El otro día, los enciclopedistas Jerónimo Hernández y
Rodolfo Millugares, notificaron a la comadreja etílica (simple y facilota), por
medio de una circular de la oficina, que se disponían a hacer llegar al famoso
escritor de sonetos palentino el resultado de una tarde de alucinación y
trabajo duro. Prestamente, la eficiente secretaria se puso en camino y entregó
al peculiar ser ―estuvo esperando tres horas en el descampao de enfrente de su
casa de adobe hasta que lo vio llegar en su jaguar verde― el soneto que sigue:
Están ciegos los libros de tu casa,
novelas, poemarios, los ensayos.
novelas, poemarios, los ensayos.
Confunden los noviembres con los mayos.
Mira. Es terrible. Yo no sé qué pasa.
Te lo has tomado a chirigota y guasa:
Mientras pides una ración de callos
me has dejado a los pies de los caballos,
solo, perdido y tan lejos de casa.
Las faldas bañadas grises verdean
cantos sonoros arrastran arroyos:
mapa bucólico o niños que mean.
En el bar con pajarita los pollos,
tú no te das cuenta y ellos corean:
oreja, jeta, chorizos criollos!
La pretensión de Hernández y Millugares, según la circular,
es que el cerrateño «nos dé su opinión y le ponga título». En la oficina,
esperamos que nos llegue su respuesta.
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Acabo de empezar a leerme tu "No personal" y he tenido que leer varios para el programa de radio que hago (espero que no te importe la "osadía") y después he buscado un blog o algo donde poder decírtelo y aquí me encuentro escribiéndote toda esta parrafada en este comentario. Hacía tiempo que no me enganchaba tanto una lectura... así que ha sido un impulso esto. Me gusta mucho tu estilo.
ResponderEliminarQuerida lectora:
EliminarEl 24 de diciembre de 2013, Luis Pino, Jerónimo Hernández y servidor de usted Rodolfo Millugares recibimos llamado telefónico de don Juan José Mediavilla en el que nos felicitaba las Pascuas y nos deseaba lo mejor para el año nuevo. Preguntádole dónde estaba y confirmándole que tenía un plato en la mesa para él, nos respondió que estaba de viaje iniciático con el escritor de sonetos de la provincia de Palencia que protagoniza esta y otra entrada de nuestro humilde blog.
El 14 de febrero de 2014, Luis Pino llamó a don Juan José Mediavilla para renovar su amor y este le dijo a aquel que le quería y los dos lloraron y rieron. Luis preguntó dónde estás y don Juan José respondió con evasivas.
Esto es todo lo que sabemos de él. Conociéndolo como lo conocemos, podemos asegurar que sentirá un tremendo honor al saber que hay alguien que tiene entre sus dedos No Personal, poemario que ni Jerónimo ni Luis ni yo conocemos pero que nos han dicho que no está mal. Si usted tuviese la amabilidad de decirnos en qué programa de radio "ha tenido" que leer los poemas lo buscaremos encantados, incluso puede que nos suscribamos al podcast. En todo caso, intenaremos ponernos en contacto con don Juan José para hacerle llegar su comentario.
Un afectuoso saludo
Buenos tardes Rodolfo, el programa de radio se emite en "NeoFM" (una radio local de Sevilla) y luego los subo a ivoox (aquí os dejo el enlace http://www.ivoox.com/neofm-3x10-no-puedo-escribir-audios-mp3_rf_2850176_1.html ) para poder difundirlos un poquito más (este programa aún no se ha salido en la radio pero los subo para poder dejar programadas las entradas). Muchas gracias por la atención y espero que os guste el programa (en el número 11, que lo ando grabando ahora, también entrarán poemas suyos).
ResponderEliminarCorrespondo con otro afectuoso saludo,
Saray.
Hola Saray, ha sido una extraordinaria sorpresa leer tus comentarios y saber la referencia a tu programa de radio. Ayer en la merienda nos acompañó a los tres, y aquello que viene ocupándonos hace días, el paradero de nuestro querido amigo Juanjosé, paso a ser por momentos secundario. Ninguno sabíamos del contenido concreto de su poemario, si bien habíamos oído que no desmerecía nada. Pero no esperábamos tamaña sorpresa al comprobar que tiene nada o muy poco que ver a las entradas que acostumbra en este blog. Nos ha encantado tu voz y nos anima que en el momento que atraviesa, lejano e invisible, alguna ventanita como la tuya se abra para él, confiamos en que ésta arroje un poquito de luz y le ayude en su regreso.
Eliminar¡Ya estoy aquí!
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